Empresa Familiar de Castilla y León (EFCL) ha querido mostrar su respaldo al sector vitivinícola de Castilla y León a través de su adhesión a la campaña VITAEVINO, iniciativa de apoyo a la cultura del vino impulsada a nivel europeo por todas las organizaciones del sector vitivinícola (bodegas, viticultores, cooperativas, denominaciones de origen, etc.) y que en España se presentó en el Congreso de los Diputados con el apoyo de los principales grupos políticos del país.
El objetivo de esta campaña es contrarrestar la importante amenaza que pone en riesgo su futuro derivada de un creciente movimiento antialcohol que busca demonizar las bebidas alcohólicas y deslegitimar su consumo, lo que está repercutiendo progresivamente en las normativas de todo el mundo y está generando la imposición de un marco jurídico desproporcionado e injusto que comprende medidas como prohibiciones de publicidad, políticas fiscales restrictivas y advertencias sanitarias en el etiquetado.
De este modo, el vino se está viendo estigmatizado por la progresiva eliminación de la distinción entre lo que es el abuso de alcohol y el consumo moderado de este alimento dentro de un estilo de vida sano y equilibrado.
Esta visión restrictiva, basada en información y datos científicos incompletos o sesgados, está poniendo en riesgo la sostenibilidad a medio y largo plazo del sector vitivinícola y de las comunidades rurales en las que se asienta.
En Castilla y León, el vino es parte intrínseca de su cultura e historia y representa uno de los pilares de su economía. Con una facturación que supera los 1.000 millones de euros, este sector contribuye al 3,1% del PIB regional y ayuda a mantener un 3,8% del empleo (unos 33.000 trabajadores, entre empleos directos e indirectos), la mayoría en el medio rural y dedicados a un negocio con arraigo sin posibilidad de deslocalización, según datos del estudio sobre la “Relevancia económica del sector vitivinícola en Castilla y León”, elaborado por la Interprofesional del Vino de España en 2022.
La Comunidad cuenta con unas 82.000 hectáreas de viñedo (la segunda posición a nivel nacional, después de Castilla-La Mancha) y unos 14.000 viticultores, que han adquirido en los últimos años un alto nivel de profesionalización especialización. Su producción anual supera ampliamente los 300 millones de kg de uva.
El subsector elaborador lo forman 750 bodegas, con una producción de vino anual que supera los 2,2 millones de hectólitros, lo que representa el 5,5% de la producción española.
En definitiva, se trata de un sector que genera riqueza y empleo en las zonas rurales, que contribuye a mantener la población en nuestros pueblos, ejemplo de calidad, innovación e inversión desde la viña a la botella y que lleva la Marca España por todo el mundo.
De ahí que EFCL haya suscrito la declaración VITAEVINO para a defender el lugar legítimo y sostenible del vino en nuestra sociedad, y obtener el reconocimiento del importante papel socioeconómico que desempeña en nuestra economía, entorno rural y en nuestra cultura.