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EMPRESAS FAMILIARES DE MADRID, CASTILLA Y LEÓN Y CASTILLA-LA MANCHA EXAMINAN CON EL IESE LAS CLAVES DE GOBERNANZA DE ESTE TIPO DE ORGANIZACIONES

Empresas familiares de Madrid, Castilla y León y Castilla-La Mancha se han reunido en Madrid, en la sede del IESE Business School, para analizar junto a profesionales de esta institución docente las claves de la gobernanza en este tipo de organizaciones.

La cita, que reunió a más de medio centenar de empresarios, se enmarca en el programa de colaboración emprendido por las asociaciones territoriales de estas comunidades autónomas, ADEFAM, AEFCLM y EFCL, para profundizar con la ayuda del IESE en la formación de las nuevas generaciones de las empresas familiares, que constituirán en un futuro próximo los nuevos cuadros de directivos y accionistas de estas compañías.

En el acto estuvieron presentes Rafael Ruiz, CEO de la empresa Teógenes Ruiz y presidente de AEFCLM, y Pedro Palomo, CEO de Octaviano Palomo y presidente de EFCL, quienes subrayaron la importancia del acto como fruto de la colaboración de las tres asociaciones e incidieron en la oportunidad que representaba para profundizar sobre la profesionalización de las estructuras de gobierno de las empresas familiares.

Por su parte, Alberto Arribas, director de Programas del IESE, aseguró que este proyecto formativo se plantea a medio plazo para dar respuesta a la necesidad de formación de directivos desde una dimensión práctica. En este sentido, remarcó que el IESE puede proporcionar a las empresas familiares una visión transformadora para afrontar la realidad, trabajando sobre tres ejes: los conocimientos, las habilidades y las actitudes.

La primera sesión fue conducida por Josep Tàpies, profesor emérito del Departamento de Dirección General del IESE, que expuso el caso de una empresa  familiar de primera generación con un modelo de gestión unipersonal, y en la que quedaba patente la ausencia de roles en la empresa y en la estructura de dirección.

A este respecto, el profesor Tàpies explicó que éste era un caso paradigmático de “empresas de dueño”, que “en modo alguno pueden calificarse como empresas familiares, dado que la familia no controla las grandes decisiones que se adoptan en su seno”.

En casos como éste, bastante extendidos en compañías de primera generación, “el reto consiste en hacer de una empresa unipersonal una empresa familiar”, explicó el profesor, quien aseguró que la profesionalización de sus estructuras de gobierno es el modo de acometer esta transformación.

Para ello, recomendó organizar la gobernanza de la empresa en torno a tres núcleos: la Propiedad (accionistas), el Gobierno (consejeros) y la Dirección (gestión), y separar y ordenar dentro de la familia empresaria el ámbito de la Familia, con los órganos en los que se deben organizar las relaciones y la toma de decisiones (Asamblea Familiar, Consejo de Familia), y el ámbito de la Empresa (Junta General, Consejo de Administración, Comité de Dirección y Dirección General.